La vecindad de Leorza ha mostrado esta mañana su enfado, una vez más, por el desarrollo de las obras del nuevo paso vial por la localidad. Esta vez ha sido por la filtración al río Igoroin de toda la capa de emulsión asfáltica que ayer echó sobre el nuevo puente la empresa constructora. A pesar de las advertencias de riesgo de lluvia realizadas por la misma vecindad, esta capa previa al asfaltado se aplicó pero el agua la ha arrastrado hacia el cauce fluvial. Este hecho ha obligado a cubrir la superficie del puente con plástico, y a advertir a URA  sobre el vertido. A mediodía, se han agrupado varias personas de la Junta Administrativa entre otras vecinas y vecinos del pueblo para mostrar su malestar. De hecho han estado a punto de impedir la continuidad de las obras hasta recibir explicaciones de la dirección de la misma. Como se conoce, esta actuación está emprendida y financiada por el Departamento foral de Infraestructuras viarias y movilidad.

 

Según se han quejado los propios vecinos y vecinas, la urgencia de concluir la actuación para el 10 de marzo, fecha en la que finaliza la prórroga de obra, está provocando acelerar los últimos trabajos. Hoy mismo se veía cómo excavadoras colocaban la escollera en uno de los márgenes del río, mientras otros operarios se dedicaban a colocar muros de contención en la carretera hacia Los Pocilones. El malestar también se ha hecho visible por afecciones importantes que supondrá el nuevo puente y otras partes del proyecto. Se limita la entrada a uno de los barrios, y además está por realizar una parte de la conducción de agua domiciliaria, cuyo permiso solicitó la Junta hace meses  y que ha recibido ahora, con la obra a punto de acabar. Su realización podría suponer incluso un aplazamiento de la apertura de la carretera afectada, la A-3114, cortada desde hace más de medio año.