Finca en Larresolo, en el término municipal de Maeztu, con la planta de patata tumbada por el granizo.

La mayor afección se centra en los municipios de Maeztu y Lagrán, donde algunas fincas de patata y huertas han quedado arrasadas

«Es para echarse a llorar, una ruina», era la primera y desconsolada reacción de Valentín Fernández de Mendiola, tras ver una de sus fincas de patata (término de Larresolo) que medraba entre Maeztu y Apellániz. Minutos después de hablar con él, nuestra cámara corroboraba el desastre. La planta aparecía tumbada en toda la parcela de varias hectáreas donde todavía el agua anegaba parte de ella. El sistema de tuberías lo veíamos tal y como contaba Valentín, desplazado de su línea por la fuerza del agua. Y también el granizo, parte del cual aún se acostaba cerca de su almacén en Sarrondo.

El granizo se acostaba aún ayer en un ribazo del camino Sarrondo.

No ha pasado aún todo el frente de tormentas de esta semana pero las trombas del miércoles por la tarde hicieron el mayor daño al campo agrícola de Montaña Alavesa. La intensidad fue «a corros», característica de esta dana que afecta a la parte norte. La peor parte se la llevó ese triángulo entre Maeztu, Apellániz y Atauri aunque también fue fuerte la tormenta en otros puntos. En la capital municipal se registraron más de 80 litros/ m2, si bien hay un registro de 85 en Sabando, donde el pueblo aparecía con el barro desplazado de los caminos.

No sólo  la patata sino también otras fincas con maíz y cereal -la fuerza del vendaval se llevó el grano de la avena- se vieron afectadas. El agua también provocó escorrentías y el lavado de los caminos con más pendiente. Sucedió en Apellániz, Atauri pero también otras zonas de Bernedo como Kintana. En Maeztu pueblo, la tromba originó algunas inundaciones y entrada de agua en bajeras particulares, el jantoki de la ikastola, el gimnasio, el frontón, y el Ayuntamiento.

Maeztu herrian, etxabeak, ikastolako jantokia, gimnasioa, frontoia eta Udala urez bete ziren.

En otros municipios como Kanpezu, la incidencia fue desigual en muy poca distancia. Con poco más de 30 litros Santa Cruz libró pero no así Bujanda o Antoñana donde se registraron 95 y 100 litros. Hay imágenes de algún tejado caído por la fuerza de la tormenta en Bujanda y de caminos que literalmente se salieron hasta la carretera que unen ambas localidades.

En Harana la afección a cultivos es mayor en el cereal, desprendido del grano en muchas fincas, y en el forraje aún no recogido que lo ha dejado tumbado. La patata sin embargo se ha podido salvar al estar recién nacida la planta. Situación similar a la que certificamos en la granja de Iturrieta, donde el miércoles cayeron 72 litros acompañados de piedra. Al no tener mucho desarrollo el cereal no ha sido muy afectado.

Urak Lagrango tomateak zapaldu zituen.

Un camino agrícola completamente deslavado en Kintana.

Mirando a la zona oeste hay también grandes diferencias  según  municipios y pueblos. Donde más pegó la tromba fue en Lagrán, donde cayeron 54 litros pero con una fuerza que arrasó el tomate y los pimientos de muchas huertas, lo mismo que sucedió en Maeztu. También tuvimos noticias en Pipaón por el granizo caído, al igual igual que en Loza (40 litros). En Bernedo se recogieron 50 litros, en Navarrete 40 y en toda esa zona era visible el arrastre de tierra de las fincas por el agua. El vídeo grabado desde un coche de la granizada camino de Bajauri impresiona.

La evaluación de daños, sin llegar a la situación de Maeztu, estaba aún por realizar en la  Cooperativa Ocón. En la cola occidental de Mendialdea, las tormentas no fueron tan virulentas. Peñacerrada registró 20 litros y Payueta 17. Falta pues el detalle pero los daños son importantes por zonas. El aviso amarillo está aún para hoy y mañana, aunque la afección más grave podría haber pasado ya.